miércoles, 3 de septiembre de 2008
Qué curioso
Hemos sido amantes y hemos sido todo, y sin embargo debemos todavía poner pretextos para tocarnos, debemos actuar y tú decir que no buscaste un pretexto, y yo decir que jamás lo habría pensado así. No podemos resistirnos cuando llega el momento de los dos desearnos, aunque tú puedes resistirte para sentir el poder que te da ver mi deseo, pero cuando pierdes el poder enloqueces y no nos quedan más que los pretextos. Y yo jamás podré resistirme a tu cuerpo, pero tendré que simular que sabré vivir sin él, y saber engancharme en tus pretextos de aquí a que tú pongas alguno, para que nuestros cuerpos se abracen otra vez, y nuestras almas inventen nuevos pretextos para estar y no estar juntas.
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