viernes, 27 de junio de 2008

Una frase corta

Siempre hay la tentación de decir algo más, sobre todo cuando lo que quedó pendiente de decir es un reclamo, una frase soberbia, un sarcasmo, una leyenda hiriente, un Ishallbeback o un tearrepentirás. Una frase corta es más contundente, pero es inexacta, omite matices, castra sentimientos, genera voces interiores. Luego la tentación sigue, la posibilidad de cometer el error que no debe cometerse, ampliar el primer mensaje, ampliarlo mucho más. Ah, pero es que para pasar la página a veces hay que martillarla, soldarla o hasta quemar las naves, pero es que quemar las naves a veces es quemarse uno mismo, inmolarse, lanzarse al vacío, dejar de respirar, pero eso no es posible sin dejar de existir. Por eso el mensaje contundente, la frase corta, es lo más peligroso. Una vez dicha o enviada hay que vencer toda tentación, de lo contrario lo único que queda corto es el orgullo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero la tentación de ampliarla se queda ahi... Leíste mi mente.