viernes, 16 de mayo de 2008

Así llegó el silencio

Toqué tu pezón hasta que se contagió de mí.
Acaricié tu piel hasta que se enchinó.
Sentí tu humedad hasta que me deslicé en ella.
Sudé a tu ritmo.
Y grité tanto que vino el silencio.
Toda la noche fue el silencio.
Y luego tu gritaste.
Yo después grité de nuevo
porque quería el silencio.
¡Ay!
Silencio

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