El tiempo no para;
yo sí.
El silencio no suena;
soy como él.
El calor no quema;
yo me congelo.
El viento me sopla;
mis cenizas vuelan.
Es ruido. Es ansia.
Es una palabra que fluye.
Nadie la para.
¿Entonces quién me para a mí?
martes, 22 de abril de 2008
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