A ti que me atormentas
Estoy inquieto.
Los árboles se agitan,
el cielo se nubla,
la tierra vuela,
caen algunas gotas gordas,
se hace de noche.
Siempre.
Contigo o sin ti.
Pero siempre pensando en ti.
¡Ya quiero mojarme!
Por ahora sólo estoy inquieto.
Eres sólo una amenaza
de tormenta.
Eres incertidumbre,
hojas cayendo,
tierra,
nubes,
noche.
Estoy inquieto.
¡Estoy inquieto!
Que llueva, que truene
que todo esto reviente
sobre mí.
Que tiemble,
que la lava corra.
Que sude,
que grite,
que vibre.
Que nuestros cuerpos
se enciendan,
porque estoy inquieto,
porque no puedo tocarte,
porque no puedo mirarte a ciegas,
porque no tengo permiso
para no estar inquieto,
ni para ser yo
dentro de ti.
viernes, 4 de abril de 2008
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