miércoles, 30 de abril de 2008

Incienso con olor a puta

Encontré un incienso que tiene olor a puta. No huele al sexo de las putas ni a su perfume. No huele al helio de la pista en que bailan. Sólo huele a putas. Sirvo un trago. Bebo. Enciendo la pajilla de incienso y de pronto mi habitación se llena del olor a puta. Sigo bebiendo hasta que cierro los ojos. De pronto estoy rodeado de putas. Me desnudan. Las quiero. Las adoro. Las beso. Succiono de sus tetas un licor dulce que me permita terminar la velada. Les hago el amor tres veces. Viajo hasta el éxtasis. Duermo un rato. Después abro las ventanas para que se vayan. Antes del amanecer no debe quedar nada del olor a puta, pues si amanezco con el solo recuerdo de su aroma corro el riesgo de enamorarme.

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