lunes, 28 de abril de 2008

El egoísmo

Nada de mi felicidad depende de ti.
Nada.
He decidido ser feliz sin ti, pese a que no sé quien seas, no sé si tú eres rubia o morena, si eres alta o baja, delgada o gorda, seca o cariñosa, una perversa asiática o una seudovirgen mexicana. No puedo correr riesgos. Si mi felicidad dependiera de ti, todo sería demasiado peligroso. Tal vez te vuelvas puta. Tal vez seas manipuladora. Tal vez goces mi propia muerte, o quizá un día me cierres las piernas u otro día me estafes.
No.
Mi sobrevivencia no puede estar en tus manos.
Mi sobrevivencia está en las mías. Gozar tu cuerpo será una ganancia. Admirar tu rostro, admirar los reflejos del sol en tus pezones, gozar nuestra fricción, que me escuches, que te escuche, todo será un placer no esperado.
Jamás confiaré en ti. Jamás te pediré un consejo. Jamás te pediré que me escuches. Jamás te pediré que me rasques la espalda, que me exprimas un grano, que me hagas sexo oral.
Nunca dependerá de ti mi felicidad. Nunca dependerá de ti mi goce. Nunca seré un hombre frívolo que se pavonee con tu porte en las calles o en las fiestas. Nunca amaré más nuestra imagen juntos, que la mía sola.
No tomaré riesgos con mis sentimientos.
Sería como jugar a la ruleta rusa.
No, no, no. De verdad no puedo. Prefiero jugar a la ruleta rusa. Estoy en tus manos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

he decidido ser feliz. punto. después vienen los cómos. los por qués. las piernas abiertas.

theoutsider

Anónimo dijo...

.mmmm seudo es pseudo...

seudo en realidad es un hermafrodita...

no comentare sobre el texto...

http://aleph.we.bs